sábado, 4 de julio de 2015

¿Quién se robó mis boliquesos?

Hace poco más de un año pasé por una experiencia rara...

Cómo les conté la semana pasada, ya sabía lo que era visitar al veterinario, pero esta vez me quedé un poco más... Me volvieron a pinchar, pero esta vez me dio mucho sueño y cuando desperté estaba en casita y me había hecho pipí jejeje. ¿Qué fue lo que me pasó? ¿Me habían secuestrado los extraterrestres?

Pues ya lo descubrí. No tengo bolas.

Al principio me preocupé, como no conozco muchos gatos no podía notar la diferencia y yo siempre me he sentido muy bien. Pero como buen gato, soy curioso e investigué. Mis padres me habían castrado.

¿Y esto es bueno? Pues finalmente entendí que sí. Mi mamá cuenta que nunca castró a sus otros gatos y se escapaban. Para ella era un poco "antinatural" el hecho de decidir por mí. Por otro lado, mi papá decía que era lo más seguro. Y así es, muchas personas tienen una posición encontrada sobre esto porque piensan que por un lado nos quitan el derecho de salir, explorar, procrear, etc. pero también nos protegen de los peligros que conlleva estar en la calle. Seamos realistas, somos gatitos, nosotros hacemos las cosas sin pensar, sólo la queremos pasar bien.

Yo estoy contento. Estoy en mi casa, salgo a veces por el balcón y paseo un ratito. No tengo necesidad de buscar novia porque tengo la compañía de mis papis y con ellos soy más que feliz. Tampoco marco territorio con mi pichita, malogrando muebles o paredes (para eso tengo mis uñas jejeje). Y por eso quiero compartir información para que sepan qué hacer cuando decidan operar a sus hijos gatunos (¡y perrunos también!)

1. Hay una gran diferencia entre esterilización y castración:

  •  Esterilizar es cortar las vías de reproducción (machos: vasectomía, hembras: ligadura de trompas). Esto evita la reproducción, pero no nos quita las ganas de querer buscar gatit@s, de marcar territorio y estar desesperados. Además nos pueden venir infecciones y promover la aparición de tumores.
  • Castrar es quitar los órganos reproductivos (machos: testículos, hembras útero y ovarios). Esto es mejor porque realmente nos quitan las ganas de buscar pareja, pero no afecta nuestro comportamiento en lo que respecta a joder jugar con nuestros juguetes.

2. Nosotros, a diferencia de los seres humanos, no pensamos en formar una familia. Si nos castran, no pasa nada. Vamos a estar tranquilitos en nuestras casas, evitando los peligros de la calle: pelearnos con otros gatos, que nos atropellen, envenenen o simplemente, perdernos y no volver más.

3. La operación es rapidísima para los machos. Para las hembras es más delicada porque no es una operación superficial, pero el hecho de no tener celo las ayuda un montón. No se escapan ni son presas de tanto gato mañoso!

4. Esto tiene que ver con el tercer punto. Si las gatitas salen preñadas muchas veces, luego hay más gatitos sin hogar, y no queremos esto, ¿verdad?

5. La mejor edad para que nos operen es aproximadamente a los 6 meses. Si adoptan un gato adulto y no es operado, háganlo lo más pronto posible, pero si lo tienen desde bebé, ya saben qué edad es mejor. Es preferible no llegar a tener el celo para no extrañar algo que nunca sentimos.

6. Como expliqué anteriormente, no afecta nuestro comportamiento a la hora de jugar, simplemente no tendremos ganas de salir para buscar novia y no mearemos marcaremos territorio con nuestra pipí. Pero nos puede dar por dormir mucho y engordar. Traten de dedicarnos un poco más de tiempo para que hagamos ejercicios y no engordemos mucho (ajá, yo me la paso durmiendo todo el rato jijiji).

El día que me llevaron a operar estaba un poco nervioso porque no me gusta salir de casa. Pero como les conté, me pusieron una inyección y me quedé dormido. Mis papás me contaron que la operación duró unos 15 minutos y que ni siquiera necesité puntos! Al ratito les permitieron llevarme a casa. Dicen que cuando llegaron, me envolvieron en una frazada para que no sintiera frío y me pusieron en su cama para estar junto a mí cuando despertara. Estaban recontra asustados porque el efecto de la anestesia me tenía adormitado, pero tenía los ojos abiertos. Por ratitos los escuchaba preocupados, pero yo seguía jato. Después de hora y media, comencé a moverme un poco y ellos me ayudaron, creo que ahí se dieron cuenta de que me había hecho pipí en su cama! Ya después me fui moviendo más y me pusieron en el suelo para que pudiera caminar, pero me caía por ratitos, como borrachito.



Al final del día estuve como si no hubiera pasado nada y a mis papás siempre les quedará la duda de que si mi pichada en su frazada fue por la anestesiada o como venganza. ¿Ustedes qué creen? (MUAJAJA).

2 comentarios:

  1. Muy lindo Popoki. Es una buena nota porque nos ayuda a informarnos. Hay que desterrar la idea que solo a las hembras se les esteriliza porque a los machos no les pasa nada.

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    1. Gracias Suz! sí, yo me encuentro muy bien y a salvo porque ya no me escapo!

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