domingo, 16 de agosto de 2015

Cariñitos :)

Vieron que esta semana me tuve que disculpar con mis papitos? Al parecer me pasé de la raya por querer estar con ellos jejeje. Es que mis horarios son diferentes y a veces cuando ellos duermen, yo no tengo sueño y quiero estar lo máximo que pueda con ellos.

Dicen que los gatos no somos cariñosos, o peor aún, que no somos empáticos; que sólo buscamos a los humanos cuando se nos antoja. En realidad, el cariño que damos los gatos es el más sincero porque justamente lo damos cuando nosotros queremos :)



Sé que soy del tipo de gato mega-amoroso, me encanta estar metido donde están mis papás y captar su atención. Por ejemplo, si mi papá está haciendo sus juegos, me gusta ponerme en su cabeza u hombro para ver qué hace y acompañarlo. Antes incluso me gustaba lamer su cabecita, ahora me gusta más abrazarlo y refregar mi cara contra su barba. Otra cosa que me encanta es ponerme en el pecho o barriga de mis papás y descansar ahí calentito. Y si me emociono mucho comienzo a babear. Sí, babear. Algunos gatos lo hacemos cuando estamos recontra contentos y cómodos :)

Muchos saben que un signo de comodidad es nuestro ronroneo. Cuando ronroneamos, no sólo significa que estamos contentos o cómodos, es un estado en el que sentimos inclusive, ese apego que teníamos con nuestras mamás gatas cuando éramos bebés.

Y bueno, ahora que hace frío duermo en el medio y a veces uno de ellos me abraza, qué rico! También están más contentos porque como me da flojera, ya no los despierto a las 5am caminándoles por la cabeza. Aunque la otra vez les metí la patita en la boca para ver como eran sus dientes y lengua :D

Miren qué feliz soy estando con mis papitos!


Uyyy, ya vi que mi papá se echó, me voy a ir sigiloso a descansar en su pechito. Bye bye!!!

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